viernes, 8 de mayo de 2009

Miedo ¿a qué?


El jefe juega con el miedo del empleado a la crisis, al paro, a la hipoteca... Los padres sobreprotegen al hijo por temor a que sufra, a que se pierda, a que no regrese nunca. La mujer y el hombre no se dicen la verdad pues sienten pánico a la ruptura, al rechazo, al abandono, al olvido... Y así vivimos cada día, con lo fácil que tenemos la destitución del miedo de lo cotidiano, porque nuestra realidad es así de simple e insípida, sin terror a una bomba que nos caiga cerca, ni a una enfermedad mortal que nos contagie, ni a un machetazo salvaje untado de siglos de odio, ni a una sequía de tierra y pozos... Quizás por eso la mayoría de nosotros, en nuestra tensa tranquilidad, acabamos por padecer un irracional miedo al miedo.

4 comentarios:

Mary HC dijo...

Si me permites, además, te diré, que la sociedad juega con su propio miedo a crear miedo a los demás. Y los individuos, nosotros, nos lo creemos.
un sludo, cuanta razón
Mary

JLeoncioG dijo...

Qué bueno!

Paushada dijo...

Y eso es lo que nos paraliza, lo que no nos deja movernos. Sinceramente, creo que en la lucha contra ese miedo está nuestra capacidad de movimiento, como dije en otro post en este mismo blog, yo me empeño en perder el miedo. No queda otra.

Próspera dijo...

Viene al pelo uno de los micropoemas de Ajo, aqui va:
"En general detecto, que tenemos mucho miedo para tan poco peligro"