miércoles, 22 de octubre de 2008

Cuaderno de bitácora de La Gaceta de Canarias

Matar la ilusión de un periodista no es tarea fácil. De hecho, los periodistas trabajamos movidos por ilusiones diversas: defender al más débil, acabar con la hipocresía, descubrir lo que para otros ojos puede pasar desapercibido. A veces se trata sólo de la ilusión de divertir y entretener. Otras veces se trata de hacer reflexionar y pensar. Quizá en un mundo mejor. Puede ser tan básico como el interés en sí mismo –insisto, la ilusión–, de divulgar la noticia o una visión particular de la vida. Con esa ilusión, decenas de periodistas nos embarcamos en el que se nos presentó como un atractivo proyecto para retomar La Gaceta de Canarias.
Muchos estábamos en el buque viejo y seguro que era el periódico EL DÍA, especialmente para quienes no faltaba mucho para que cumplieran 20 años en él. Demasiada tranquilidad para algunos. Un buque chatarrero para otros con cuyos vaivenes ya empezábamos a vomitar. Por razones diversas, la sola vista de un barco velero nos abrió la evidencia de un océano mayor, y la posibilidad de no seguir varados en el mismo mar.
Tirando todo por la borda –antigüedad, trienios, quinquenios, un futuro asegurado...– embarcamos en el velero. Era aire nuevo. Mejor dicho, un verdadero viento nos empujaba a mar abierto. De nuevo la ilusión era mayor que el miedo. Comenzaba la intrépida aventura. Se nos criticó que fuéramos los elegidos. Se nos achacó ir de estrellas. Nada más lejos. Y los compañeros y amigos que quedaron en el viejo buque lo saben. Es más lógico pensar que no todos podían subir al nuevo barco.
La tripulación nueva completó la que ya traía el velero. Muchos de ellos fueron tentados a subir al viejo buque. "Tú te llevas a mis marineros. Yo te quito a los tuyos". Justo castigo. Pero sólo uno de ellos aceptó. El resto se quedó en el velero, porque el nuevo capitán y su contramaestre habían anunciado cuatro años de viaje asegurado y el respaldo de una gran naviera que cubriría al pequeño barquito.
Meses después, en el cuaderno de bitácora sólo hay constancia del infierno em que se está conviertiendo este barco. Siendo impensable disparar contra quien peor que mal lleva el timón, tampoco han fructificado los intentos de virar el barco, que navega hacia las rocas.
En plena tempestad, el contramaestre se arrojó al mar, y logró un salvavidas. Sabemos que llegó a una isla solitaria y que no hay ni un tronco que lanzar al resto. En plena tempestad, supimos también que la gran naviera nos había abandonado. La aventura había terminado, pero no el viaje, que alguien se empeña en que prosiga sin dar de comer a los marineros. Y se castiga en particular a quien proteste. La tormenta no ha dejado de arreciar.
Como ya no hay día de cobro, ni se sabe si hay más pan en la cocina, la tripulación se ha amotinado. Se ve en las películas: los marineros siguen subiendo a las velas, pero lo hacen a disgusto, y mascullan su descontento.
Pese al conflicto, y a diferencia de las películas en tecnicolor, en este barco se le ha visto al capitán despreocupado preguntar: "¿Cómo les va?". Y siempre nos dice que todo está solucionado o eso ocurrirá la semana que viene.
Sólo ha torcido el gesto cuando los marineros han empezado a hacerse oír o cuando teme que le descalifiquen como el gran patrón que cree ser. Pero para ser capitán antes hay que ser marinero. No es el caso.
Ahora nos llegan telegramas de apoyo y hacen falta porque los ánimos empiezan a flaquear. La tristeza se ha adueñado del barco y a la menor oportunidad algunos marineros se apean de él. Es una agonía, se oye susurrar. Y como a todos los moribundos nos vienen imágenes rápidas de nuestro corto esplendor: aquellas risas, aquellas peleas con el ordenador, las comidas traídas de casa, el cigarrito en la puerta, las felicitaciones por el trabajo bien hecho, aquellos primeros salarios en tiempo y fecha... Hoy no se trata ya de que nos dé el pan, sino de que aún quede barco para poder navegar. Las maderas se están desprendiendo y el capitán sigue diciendo que un día de estos lo resolverá.

(Firmado: un grumete de La Gaceta)

sábado, 18 de octubre de 2008

Periodistas

Me pregunto qué profesiones hay tan vulnerables a la apatía, al desinterés y al sinsentido empresarial como la de periodista. Me pregunto si muchos profesionales cualificados con formación universitaria están dispuestos a aguantar los vaivenes, no sólo ahora del difícil ciclo económico, sino en general de las ansias de enriquecimiento que predominan en muchos empresarios de la comunicación. Castigados por la precariedad, a muchos periodistas les es difícil entender, en ocasiones, la necesidad de generar grupo, de unir fuerzas contra esas infames condiciones. Y esos empresarios son los que cuando hay épocas de vacas gordas no comparten en absoluto su éxito con quienes lo hacen posible, pero cuando llegan malos tiempos hacen extensivo los efectos de las dificultades exclusivamente a quienes, en otro momento, los llevaron a lo más alto. Es esta, sin duda, una profesión de vocacionales; una profesión de gente dispuesta a sacrificar gran parte de su vida privada por conseguir un buen producto con el que mantener informada a la sociedad. Estos días, más que nunca, sería bueno que los periodistas hicieran piña. Hoy tratan de quemar a los compañeros de La Gaceta de Canarias; mañana, quizá, ocurra con otro medio de comunicación.

viernes, 17 de octubre de 2008

La eterna Crisis


Es muy difícil no caer en la tentación de comparar situaciones díficilmente comparables, asi que intentaré no hacerlo. Seguramente no lo conseguiré porque no puedo dejar de pensar que mientras por aquí, por arriba, pensamos cómo sacar de las crisis a los bancos para a la vez salvarnos nosotros, por allá, por abajo, millones de personas -cerca de 950 millones para ser exactos- mueren de hambre. Así que cuando me hablan de un mundo globalizado, me da por pensar qué se globaliza exactamente... porque parecería que el dinero no. Bueno, nosotros tenemos menos dinero, ellos recibirán menos dinero. Debo ser algo simple. Resulta que tengo que prestar mi dinero a los bancos que me prestan dinero para que a su vez me sigan prestando dinero. La situación me indigna bastante. Mi cabreo aumenta cuando leo que, además, las ayudas al desarrollo sufrirán recortes o, por lo menos, retrasos. Eso se teme la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Ayer, día internacional de la Alimentación, volvimos a conocer datos escalofriantes, de esos que ponen a cada cual en su sitio, de los que te dejan noqueado y hasta asqueado. Lo peor es que todos somos algo o bastante culpables. Desde Manos Unidas recordaron ayer que los gobiernos ricos hemos prometido a los hambrientos del planeta 20.000 millones de euros mientras, pero ¿cuanto hemos comprometido para salvar a los bancos? Cerca de billón y medio. ¿Demagogia? Quizás. ¿Realidad? También.
Martenmedio

jueves, 16 de octubre de 2008

Olvidados en algún lugar


Chahid El Hafed (campamentos de refugiados saharauis), 13/10/2008 (SPS), La Media Luna Roja Saharaui (MLRS) ha afirmado que a consecuencia de las lluvias, 1771 viviendas familiares han sido destruidas totalmente www.flickr.com/photos/31352854@N02/en las wilayas de Smara y Auserd, pero sin pérdidas humanas.

En un comunicado distribuido a los medios de comunicación, la MLRS declaró que "las intensas lluvias afectaron especialmente al campamento de Smara donde residen 40 mil personas, y es donde se registraron las mayores perdidas de viviendas, con un saldo de 1424 viviendas destruidas, mientras el resto correspondió a Auserd".
El comunicado subrayó que "las lluvias fueron acompañadas por fuertes tormentas", lo que provocó "la destrucción de muchas instalaciones sanitarias, administrativas y de escuelas donde se ha tomado la decisión de cerrarlas provisionalmente para evitar la caída de los muros de adobe".

La MLRS ha señalado que hay "necesidades inmediatas y urgentes" a consecuencias de las lluvias ya que "la MLRS no tiene reservas de alimentos desde finales del año 2006 donde se paralizó el programa de ayuda que prestaba ECHO".


Finalmente, La Media Luna Roja Saharaui ha hecho un llamamiento urgente "a todos los Gobiernos y organizaciones internacionales" para que acudan en su ayuda de los damnificados, sobre todo en alimentos, viviendas, mantas y en la reparación de los daños sufridos por las instituciones sanitarias y educativas. (SPS)

martes, 14 de octubre de 2008

El teatro L(R)eal y los artistas monárquicos


Como si en un cuento de hadas estuvieramos instalados. Nuevo teatro; 18 años después de desidias, olvidos, promesas inclumplidas, faltas de presupuestos, cambios de gobiernos, etc... La Laguna estrena auditorio. Por fin. Los laguneros estamos de enhorabuena. Qué bonito todo. Una semana de actos a bajo precio en el que se cuelga el cartel de no hay entradas. Y para remate, por si alguien quedara insatisfecho REINAUGURACIÓN por todo lo alto. Me pregunto cuánto tendrá de redundante esa palabra. ¿Se puede inaugurar una cosa que ya ha sido inaugurada? En la cultura canaria sí. Plato fuerte de la consabida REINAUGURACIÓN: Visita de los príncipes. Era lo que faltaba para terminar el cuento. Lástima que no vienen montados a caballo por la calle de La Carrera para terminar con el circo.

Y lo que es peor, la gente de la cultura (¿existe eso de 'gente de la cultura'?) tan progresistas ellos, tan intelectuales y tan revolucionarios en sus presupuestos artísticos de ruptura, (tan hermanitos pobres que se lamentan tanto de no recibir subvenciones, de ser ceros a la izquierda en el panorama social español) acuden en masa allí, al besamanos monárquico. A ratificar que la Casa Real cuenta adeptos en el mundo cultural (tan peligroso por subversivo).

Incluso el Diario de Avisos los destaca en un apunte de la información Real. Estos son los artistas que fueron a recibir a los príncipes, esos señores que dicen que nos representan, sin nadie haberlos elegido, sólo porque sus antepasados ejercían de enviados divinos frente al pueblo, y a los que seguimos pagando sus banquetes, sus viajes, sus casas, sus coches, etcétera, etcéra: Escritores: Iván Cabrera Cartaya, Ernesto Suárez, Álamo de la Rosa, Bruno Mesa, Julio Corilano González, Elica Ramos, Alejandro Krawietz e Isidro Hernández. Música (Lírica y clásica): Lucrecia Díaz, Carmen Acosta, Esther Rapón, Carlos J. Méndez, Conrado Álvarez, Joanna Kegel, Alfonso López, Jorge L. de León, Cristo Barrios, Miguel Jaubertrius, Frank Temoche, Augusto Brito Rodríguez, Fco. José Herrero, Beatriz Ramos, Patricio Gutiérrez, Korstiaan Kegel, Fernando Rodríguez, Inés González, Javier Morales, Anadelia García, Candelaria del Pino y Juan F. Díaz. Músicos (folclore): Fabiola Socas, Héctor González, Candelaria González, Antonio Hernández, Benito Cabrera, Elena González, José M. Ramos, Beselch Rodríguez, Francisco Celso Gómez y Jacob González. Música (pop, rock, djs): Fabián Yanes, Carlos Robles, René González, Tomás López-Perea, Satomi Morimoto, Marta Solis, Fafe Gamero, Juan Fierro, Nauzet, Kike Perdomo, Jesús Garriga, Idaira, Polo Ortí, Leyre Pérez, José Pedro Pérez y Alejandro Rojas. Teatro y danza: Ricardo del Castillo, Carlos Belda, Marta Quiñones, Zoraida Sánchez, Severiano García, Soraya González, Roberto Torres y Yaneli Hernández. Cine: Sebastián Álvarez, David Baute, Jaime Falero, Julio García, Miguel García, Guillermo Ríos, Luis César Izquierdo y Vanesa Cabeza. Artes plásticas: Cristina Gámez, Ana Fernández, Inma Juárez, Antonio Candelaria Bacallado, Gonzalo Peláez, Juan Pedro Ayala, Rubén Hernández, Óscar Hérnandez y Beatriz Lecuona. Diseño y arquitectura: Ana Beatriz Juarez, María Elena García, Juan M. Gil y Alejandro Delgado.


Habrá que recordarle a todos estos 'artistas' que el presupuesto de la casa Real lo pagamos todos, y que por supuesto no vengan a pedir más dinero para becas, promoción de la cultura, etcétera, a no ser que vayan a hacer el bufón a palacio, aquí ya lo han hecho.


Se me revuelven las tripas.

Salud y República

lunes, 13 de octubre de 2008

Anti-nazi

viernes, 10 de octubre de 2008

La revolución de las hormigas


Apenas amanecido el día las hormiguitas se dispusieron a trabajar ordenadas en pulcra fila. La mayoría no quería estar allí pero tampoco tenían tiempo de pensar el porqué de su rutina diaria. No había tiempo para relacionarse con otras hormigas más allá de los contactos propios del trabajo y la supervivencia de la especie.
Pero aquel amanecer fue distinto. Las hormiguitas se miraron unas a otras y pensaron que algo tenían que cambiar aunque no sabían aún qué ni cómo. Puede que estuviera naciendo una revolución...

jueves, 9 de octubre de 2008

¿Y eso qué es?


miércoles, 1 de octubre de 2008

Regalos

Admito que una de las sensaciones más gratificantes que he experimentado, sobre todo ahora que soy padre, es la de ver la reacción de un niño cuando abre un regalo que no se espera. Rebusco en mi memoria, y creo, que aunque tuve siempre todos los regalos que pedí (incluso algunos que no pedí, supongo que por ese prejuicio paterno de darme todo lo que ellos no pudieron tener) nunca reaccioné como los niños que salen en este vídeo. Se trata de una compilación de imágenes de niños y niñas que reciben la Wii de Nintendo como regalo, supongo que serán americanos.
Rebusco digo, en mi memoria, y creo que los regalos que más ilusión me hicieron fueron mi rutilante bicileta de marca GAC, algunos libros, y otras cosas menos sofisticadas. Ahora, esta consola es capaz de volver 'locos' a pequeños y grandes.
Admito además que soy una víctima de los 'gadgets', de todo aquel aparatito electrónico que se me ponga en las manos, pero, aseguro, que nunca he jugado con una consola más de diez minutos, porque me aburre mucho. Dificilmente a mi me hubiera generado las reacciones que verán a continuación el regalo de este aparatejo.
Los tiempos cambian. Las sonrisas no.