sábado, 18 de abril de 2009

Todo es eventual

Quizá la búsqueda de Dios no sea mas que una etapa más en la evolución del hombre. Después de siglos y milenios buscando nuevas formas de adaptación al medio que nos rodea, descartando cambios físicos inútiles y quedándonos con los que favorecían a nuestra supervivencia, se impone ahora un cambio más profundo, tal vez más espiritual. Buscamos otros niveles de comunión con el mundo que nos rodea intentando responder a las preguntas universales del ser humano: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cuál es el sentido de mi existencia? Seguramente las respuestas a esas preguntas no se encuentren en la religión; tal vez ni siquiera en la ciencia, sino dentro de nosotros mismos. Tal vez incluso el simple hecho de plantearse esas preguntas sea sólo un paso más en nuestro camino evolutivo, en la búsqueda de la perfección. En la búsqueda de Dios. Y tal vez por eso las injusticias, el hambre, la pobreza, el mal... porque somos niños, y estamos solos; porque es a partir de nuestros errores que avanzamos y aprendemos. Evolucionamos a partir de los cambios que la naturaleza o nosotros mismos operamos,descartando los caminos y los cambios inútiles para al final quedarnos con lo que favorece a la supervivencia de nuestra especie. Aunque el tiempo que tenga que transcurrir para que nos demos cuenta de eso sea enorme para nosotros -generaciones enteras-, al final sólo somos un pequeño grano de arena en una esquina de un universo infinito. En comparación con eso, TODO es eventual.

10 comentarios:

pepa gonzález dijo...

dios - buda - mahoma - yemayá - altísimo - san fulanito - santa fulanita ..... creer en algo es necesario, es bueno, es sano. Da igual el nombre, el icono, el semblante, el color, la lengua. Es necesario pensar que hay algo más y quizás, como bien dices, se encuentre dentro de uno, justo donde nuestro ombligo o en el corazón. creer para no quedarnos sepia. tener fe, confianza. Pepa

Paushada dijo...

Estoy en desacuerdo. No creo que sea necesario creer en algo. Conozco a muchos ateos o agnósticos (entre los que me cuento) que no creen en nada y sin embargo tienen confianza. La confianza no es patrimonio de los creyentes, afortunadamente.

Anónimo dijo...

Yo tampoco creo, he perdido las creencias y ahora voy más ligero de equipaje. La fe, la fe... me suena a los curas dando reglazos por los pasillos de aquel colegio gris. No quiero fe.

pepa gonzález dijo...

yo ando ligera, con fe.
voy liviana, con fe.
ando feliz, con fe.
recorro optimista, con fe.
pasé por colegios de religiosos, grises, con pasillos largos, con esculturas y cuadros en cada rincón, con rezos a la llegada al aula, con ceremonias plenas de creencias. no me supuso un peso; jamás me sentí atada; no llevo un lastre a mis espaldas.
creo en otras vidas, creo en reencarnaciones, creo en energías que se mantienen, creo en la bondad por encima de todo, creo que es fabuloso tener fe; confianza; convicción; esperanza.
Y estoy orgullosa por este sentimiento. Estoy feliz por creer. Me sienta bien. Pepa

Anónimo dijo...

Pues felicidades, bastante que me alegro

Paushada dijo...

Pues ya somos dos las que andamos ligeras, livianas, felices y optimistas, pero en mi caso sin fe. Ahh, también tengo confianza, convicción y esperanza. Y estoy muy orgullosa de ese sentimiento.

pepa gonzález dijo...

Una pregunta Paushada:
¿Si te declaras agnóstica y entiendo que esto es una postura de negación de las creencias, de falta de certeza, una postura personal cercana al escepticismo..... a la creencia de seres superiores, de las religiones como una parte esencial de la condición humana.......entonces cuando hablas de tu fortuna por tener confianza, convicción, esperanza; se podría decir que TIENES algún tipo de FE.....? ¿en qué confías? ¿esperanza en qué? ¿convicción en qué?

Paushada dijo...

Confío y tengo esperanza en la condición humana, y eso me basta.
Si entiendes por tener fe las dos primeras acepciones de la palabra, entonces no la tengo:
1. f. En la religión católica, primera de las tres virtudes teologales, asentimiento a la revelación de Dios, propuesta por la Iglesia.
2. f. Conjunto de creencias de una religión.

Todas mis creencias están en este mundo y se basan en el ser humano, por lo que me temo que no busco nada fuera.
Saludos

Iara dijo...

suscribo todas tus palabras, paushada...

Anónimo dijo...

me alegra pensar que la falta de creencias espirituales pueda dar felicidad a los no creyentes en virgenes, santos y en la figura de Cristo, a la vista de tanta aceptación agnóstica-atea o simplemente distante a lo de espiritual. esperemos que el genero humano les de tantas satisfacciones como a mí me las dan mis creencias cristianas. por cierto, jamás recibí un reglazo de miembros de congregaciones religiosas y sí muchas lecciones que me han servido en la vida. pepa