viernes, 12 de septiembre de 2008

Carme Chacón, ay madre, qué ministra


Reconozco que he leido dos o tres veces el reportaje que El País le dedicó a la ministra de Defensa, Carme Chacón, y cada vez que lo hago me surgen nuevas preguntas. La principal cuestión que me asaltó al saber -en el programa de 'actualicorazón' 'Está pasando', todo hay que decirlo- que Chacón se mostraba con su hijo casi recién parido es cuando comenzó a diluirse, a borrarse la línea entre información política (Chacón es un cargo público que maneja dinero público y que tiene una responsabilidad pública) y las noticias más o menos rosas. Alguien podría decirme que los retratos humanos de personas públicas siempre han existido. Es cierto. Sin embargo, tras la lectura tengo la triste sensación de haber asistido a una mezcla de propósitos, justificaciones y alguna que otra explicación más que prescindible. ¿Alguien se imagina un reportaje titulado 'Padre y ministro'? ¿No es una contradicción en sí misma pedir igualdad pero a la vez resaltar como un logro, o algo así como un plus, el hecho de ser ministra y estar embarazada? ¿Avanzamos las mujeres al hacer una exposición tan evidente de una condición inherente al nuestro sexo? Vuelvo a reconocer que tengo muchas preguntas.
Carme Chacón es la primera ministra de Defensa de este país. Pero no es hombruna, no, señor. Es madre, usa taconazo, se emociona con 'Titanic', hace malabares con su agenda para retocarse las mechas y, tras una jornada de trabajo en el Ministerio, sale a cenar con su marido para celebrar su cumpleaños. ¿No parece un retrato...de revista? A quien no haya visto ni leido el reportaje se lo recomiendo a modo de reflexión. Si las palabras están escogidas, no digamos las fotos. La ministra mira tierna a su hijo, lo pasea en carrito, lee, visita el frigorífico, comparte confidencias con su compañera de partido Leire Pajín con un megapeluche de mudo testigo, sale con gesto serio maletín en mano camino del Ministerio, se sienta en su despacho, departe con altos mandos militares que la escuchan sonrientes o se desplaza en coche oficial -"el trabajo como ministra también exige alejarse (...) del pequeño Miquel, se lee en un pie de foto- con su mano derecha: otra mujer. Insisto, ¿no es un retrato con un tufo a revista femenina de las que perpetuan ese modelo un tanto ficticio de 'mujer pack' que lleva trabajo, familia, amor y militancia política con la mejor de sus sonrisas y como si se tratase de una misión?. Veo en el reportaje el reconocimiento de los hombres -"tiene mano de hierro en guante de seda (...). Va a mandar mucho, al tiempo". pero no su contribución, colaboración y trabajo para que Chacón sea el rostro visible y, de momento exítoso, del estamento militar. Y me da pena que se refleje y se trate de justificar, a través de opiniones exclusivamente masculinas, la valía de una mujer que es madre y le ha tocado ser ministra, o al revés, según se quiera. Igual que me da pena que las noticias que genera la primera ministra de Defensa en la Historia de este país incidan en su más que respetable faceta de madre pero, para mi, como ciudadana prescindible.

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