martes, 2 de junio de 2009

Pura vida

Acaba de nacer.
Tendrá una chupa de látex natural. Los pañales, de celulosa extra reciclada. La maleta del colegio tejida de cáñamo ecológico, y los lápices de cedro repoblado. La ropa, exclusivamente de algodón procedente de cultivos solidarios. Comida biológica sin tratamientos fungicidas, herbicidas, ni abonos sintéticos. Champú, gel y desodorante sin fosfatos ni alcohol. Espuma de afeitar biodegradable. Preservativos hipoalergénicos. Sólo whisky de malta, envejecido 15 años en barricas de roble americano. Gafas con cristales orgánicos, de lentes bifocales y progresivas. Babuchas de pelo de borrego. Los implantes de la dentadura, de cerámica. El colchón, de fibras de coco.
La lápida de mármol, de cantera controlada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una verdadera obsesión por parte de algunos padres que les lleva a la paranoia. Preocupémonos más de que mejorar el entorno con nuestro esfuerzo para que nuestros hijos puedan heredar un mundo más 'sano'.

Flip (el saltamontes) dijo...

Que estrés de vida, muy natural, muy respetuosa con el medio pero que nervios me da saber que no se nada de este tipo de respeto medioambiental que empieza por uno mismo.