jueves, 9 de abril de 2009

La mirada del tiempo


Algunos ideales de belleza van cambiando conforme lo van haciendo también los tiempos y sus arcanos designios. Otros, sin embargo, consiguen saltarse estas leyes. Si no, que se lo pregunten a una de las reinas egipcias más afamadas y admiradas a través de la cadencia de los siglos y del impulso histórico de la curiosidad humana: Nefertiti.
Al menos así había sido hasta el momento. No obstante, pareciera ahora que la reina de la belleza del Nilo pudiera estar a punto de perder su trono. Estos días nos hemos enterado de que científicos alemanes han revelado, gracias a los avances tecnológicos que les han permitido analizar capas más interiores del busto de la reina egipcia -que se encuentra actualmente en el Museo Antiguo de Berlín-, que la reina no era tan bella como se creía. Al parecer, comparado con la cara de estuco más exterior, la cara interior tiene mejillas menos prominentes, un pequeño bulto en la nariz y arrugas en la boca y en las mejillas.
Todo apunta a que el autor hizo estos cambios para hacer que Nefertiti se acercara más a los ideales de belleza de la época. Otros han señalado, incluso, que el faraón Ajenatón –esposo de Nefertiti- pudo haber ordenado que representaran a la reina según su propia percepción.
Es curioso, pienso, que la humanidad lleve siglos viendo a la reina egipcia a través de los ojos del faraón enamorado que construyó, sin saberlo y con la ayuda del escultor, un referente de belleza que ha sido admirado por la historia.
Este descubrimiento puede servir de ejemplo para dejar patente, además de la evidencia de que los grandes avances científicos y tecnológicos son hoy un instrumento fundamental para arqueólogos, antropólogos e investigadores del arte, que las cosas que tradicionalmente se han aceptado como verdades absolutas están cada vez más teñidas de relatividad.
El ser humano está hoy más cerca de la magia de observar el mundo desde diferentes prismas que lo pueden acercar, como en el caso del busto de Nefertiti, a ver una pieza escultórica de gran valor artístico y arqueológico; a contemplar una belleza cargada de siglos y de leyenda; y también, por qué no, a imaginar la posible mirada de un faraón egipcio enamorado que convirtió a su amada en reina inmortal de la belleza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La belleza es algo espiritual, cada ser cada época resalta diferentes rasgos de las personas , pero lo que llega de verdad es lo que cada uno ve en la otra persona, lo que es bello, lo que hace que su ser amado se convierta en lo mas hermoso de su vida.

Anónimo dijo...

Maravillosa Nefertiti. Independientemente de sus mejillas, de las arrugas en sus labios, de cualquier protuberancia en su nariz, la belleza de una época histórica, de una nobleza enigmática, de un país lleno de sabiduría y misticismo hacen de la esposa del faraón Akenatón, la primera mujer política.
Una fémina que llegó a convertirse en corregente de su marido, mitad reina y mitad faraón, con claras ambiciones de gobernar en solitario, algo impensable para su época. Una figura que, a no ser por el espacio temporal en que vivió, podría haber formado parte de cualquier obra teatral al más puro estilo shakesperiano. Sin duda, es un símbolo de la femineidad universal. Pepa