Aunque la dibujante iraní Marjane Satrapi es alabada por el cómic Persépolis, les propongo aquí la lectura de otra de sus obras gráficas: Bordados. En ella las mujeres de la familia se disponen a charlar y a tomar el té mientras los hombres duermen la siesta. Antes, por supuesto, han arreglado la cocina y limpiado las sobras que los hombres han dejado atrás. En esa conversación de sobremesa las mujeres hacen lo que Satrapi llama "airear el corazón", es decir, contarse historias, criticar a sus hombres, hablar de sexo, amor, matrimonio, virginidad y odio. En definitiva, esas mujeres iraníes comparten con el resto de féminas del mundo un santo y seña: la complicidad. Mientras los maridos duermen, ellas se desahogan, ríen y lloran y, por encima de todas las cosas, se entienden y apoyan. Esa chispa de comprensión, derivada de las desigualdades soportadas, siempre será la envidia de los hombres.
7 comentarios:
Tópicos, lo siento, pero es lo que pienso. Ni todos los hombres se van sin recoger el plato, ni sólo las mujeres tienen momentos de complicidad íntima (mariconadas aparte).
Levantaré ampollas, fijo.
Pues respeto tu opinión y, además, creo que como bien dices hay, por fortuna, muchos hombres que sí recogen su plato. El problema, que los que se comportan como brutos se hacen oir más. Es injusto pero es así.
En esta ocasión difiero y estoy con el comentario del naúfrago. Desde el punto de vista femenino también me niego a esos tópicos que nos colocan en un corrillo de confidentes o a que los hombres se situén con cerveza y sofá de por medio.
Estamos en pleno siglo XXI y debates como éste no deberían seguir teniendo sentido. El día que desaparezcan todos estos tópicos entre hombres y mujeres y comencemos, de una vez por todas, a hablar, simplemente, de personas, realmente habremos avanzado.
Me alegra saber que este tema de los tópicos, por los comentarios aquí escritos, están siendo superados. Es una esperanza, tampoco sé si todos los tópicos deben ser superados y si, al parecer, que las mujeres de una familia se reúnan para hablar de sus cosas debe erradicarse como costumbre. Creo que en pleno siglo XXI estos debates son más necesarios que nunca porque sigue habiendo sociedad, como la iraní que retrata la autora del cómic, donde la mayoría de los hombres ignoran los derechos de las mujeres. En este lado del mundo sigue habiendo actitudes machistas, muchas, demasiadas, por eso creo que un debate nunca debe ser innecesario, todo lo contrario, cuanto más hablemos, más discrepemos y más debatamos sin tapujos, más cerca estaremos de la solución.
No quiero decir que no deba haber este tipo de debates sino que, en pleno siglo XXI,no deberían tener sentido porque la realidad debería ser bien distinta y estos temas tendrían que estar perfectamente superados. Por supuesto que sigue habiendo muchas actitudes machistas no sólo en ese otro lado del mundo sino también aquí cerquita y hay que luchar por erradicarlas. Pero, precisamente, para ello habría que cambiar mentalidades y puede que eso deba pasar también por evitar tópicos que existen en nuestra propia sociedad occidental como el de las mujeres dedicadas, como dice Paushada, a sus labores y corrillos de confidentes y los hombres con cerveza y sofá viendo el fútbol. Este es uno de los problemas, no sé si me explico...
Totalmente de acuerdo
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