jueves, 5 de febrero de 2009

Dioses terrestres

Al parecer no hay que buscar en las iglesias, no hay que acudir a ninguna religión, los dioses están mucho más cerca de lo que pensamos. En concreto en Italia, y no precisamente en el Vaticano. Con quedarse en Roma es suficiente. Porque al parecer los italianos votaron, no ya por un gobernante, sino por alguien con poder sobre la vida y la muerte (en sentido literal) de sus gobernados.
El señor Berlusconi se ha erigido en dios (con minúsculas, si me permiten) y ha dictado un decreto para que la vida de una italiana que lleva en coma vegetativo desde 1992 no acabe, pese a los deseos de sus familiares directos y a los de ella misma, que así lo expresó mientras aún podía hacerlo.
Berlusconi, una vez más, está por encima del bien y del mal, del Tribunal Supremo de su país y del deseo de la propia interesada. Que alguien me explique si eso no es ser un dios (con minúsculas).

2 comentarios:

josman dijo...

porque sera que los delincuentes y los mafiosos declarados son los que suelen apelar a lo sagrado para imponer sus criterios??
un saludo

Eva y punto dijo...

Bueno, Berlusconi no ha podido con la muerte y la joven ya está descansando, porque lo que ella tenía no era vida desde luego. Ninguna religión o idea debería someter al sufrimiento al ser humano y menos cuando no había solución médica posible. Quienes se atreven a juzgar los deseos de familiares y pacientes en estas situaciones no saben de qué hablan.