sábado, 18 de octubre de 2008

Periodistas

Me pregunto qué profesiones hay tan vulnerables a la apatía, al desinterés y al sinsentido empresarial como la de periodista. Me pregunto si muchos profesionales cualificados con formación universitaria están dispuestos a aguantar los vaivenes, no sólo ahora del difícil ciclo económico, sino en general de las ansias de enriquecimiento que predominan en muchos empresarios de la comunicación. Castigados por la precariedad, a muchos periodistas les es difícil entender, en ocasiones, la necesidad de generar grupo, de unir fuerzas contra esas infames condiciones. Y esos empresarios son los que cuando hay épocas de vacas gordas no comparten en absoluto su éxito con quienes lo hacen posible, pero cuando llegan malos tiempos hacen extensivo los efectos de las dificultades exclusivamente a quienes, en otro momento, los llevaron a lo más alto. Es esta, sin duda, una profesión de vocacionales; una profesión de gente dispuesta a sacrificar gran parte de su vida privada por conseguir un buen producto con el que mantener informada a la sociedad. Estos días, más que nunca, sería bueno que los periodistas hicieran piña. Hoy tratan de quemar a los compañeros de La Gaceta de Canarias; mañana, quizá, ocurra con otro medio de comunicación.

1 comentario:

Eva y punto dijo...

A los periodistas nos enseñan que la libertad de expresión es intocable y que sólo en el tercer mundo se conculca. Pero no. En realidad en muchos países llamados subdesarrollados hay una censura política que en nuestro mundo es económica. Seguimos sin poder hablar de lo que queremos, continuamos enfrentándonos al censor, aunque en este caso tenga el nombre de empresa y/o multinacional.Cuando somos estudiantes nadie se molesta en enseñarnos a soportar los vaivenes de esta profesión y la dictadura de la economía.