lunes, 25 de mayo de 2009

La noche


Hace algún tiempo vengo preguntándome el por qué de los pensamientos negativos por la noche, una especie de angustia nocturna inexplicable, una sensación catastrofista de lo que te rodea... pero, sobre todo, lo que más deseo saber es por qué se produce sólo de noche. Comento esta impresión entre quienes me rodean y algunos aciertan a decirme que la noche, en general, acentúa todos los estados anímicos, tanto los positivos como los negativos, pero me quedo sin un por qué convincente. Entonces me voy al baúl que todo lo guarda, internet, y comienzo a hacer búsquedas variadas para ver si doy con la clave. El resultado, quizá por mi poca paciencia, está compuesto por cientos y cientos de páginas con artículos médicos sesudos que no me resuelven la duda. Hablan de la angustia o el terror nocturno en términos que no son de andar por casa y, de nuevo, sigo sin tener un por qué claro. Sin embargo, con el tiempo, he aprendido a ser consciente de que tras una noche así, el sol sale al día siguiente por el mismo sitio que siempre y esa angustia, si realmente puede denominarse así, se esfuma, sin dejar rastro de su presencia. Todas estas cosas pasan por mi cabeza y, cuando me canso, siempre me digo lo mismo: que tengo demasiado tiempo para pensar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es que de noche todos los gatos son pardos