Crisis y criterios

Estamos en crisis. Nadie se cansa de recordárnoslo a cada instante. Se dice que se trata de una crisis económica que atañe al sistema capitalista. También se dice que la prensa está actualmente en crisis. Incluso, algunos, se aventuran a aseverar que el sistema de valores de la sociedad actual está en crisis...Vaya, desalentador panorama que difícilmente permite dilucidar un futuro menos oscuro. Recurro a la etimología, quizá para aportar algo de luz, aún a sabiendas de que la mirada hacia las entrañas del idioma quizá esté también en crisis. La palabra crisis viene del griego κρισις (krisis) y este del verbo κρινειν (krinein), que significa "separar" o "decidir". La crisis es, por tanto, algo que se rompe y, en consecuencia, hay que analizarlo. De aquí viene el término crítica que significa análisis o estudio de algo para emitir un juicio y, a su vez, el término criterio para referirse a un razonamiento adecuado. Pues bien, aunque parezca una perogrullada, ante la crisis, hagamos crítica y, hagámosla con criterio. Lo mismo deberían haber pensado nuestros representantes políticos en el recién celebrado debate sobre el estado de la nación en lugar de jugar a ser partidistas gurús de las Ciencias Económicas y del destino. También lo debería haber pensado un popular ex presidente de Gobierno que dice tener las recetas contra la crisis, emulando al mismísimo Arguiñano. Por si fuera poco, la UE someterá al sistema bancario a un “test de estrés” para analizar su respuesta ante un posible empeoramiento de la crisis. No sé, quizá haya que dejar a un lado estrategias políticas, retóricas facilonas y golpes de efecto y optar por escuchar el criterio de los especialistas y el sentido común de todos.