martes, 18 de noviembre de 2008

Siempre tarde


Siempre llegan tarde. Tanta sociedad acelerada y de nada nos sirve. No consiguen evitar que las mujeres sean asesinadas por sus parejas, aunque existan denuncias y órdenes de alejamiento. No logran que la gente deje de fumar, que no beba y conduzca al mismo tiempo, que no se drogue, que, en definitiva, no se desgracie la vida. A muchos delincuentes no los reinsertan en la sociedad, por lo que no evitan nuevos delitos. No les bastaron más de cuarenta denuncias para cerrar la discoteca El Balcón de Rosales en la que falleció un joven presuntamente por una paliza que le propinaron tres porteros del local. Tuvieron que esperar a que muriera un chico de 18 años para clausurar sus puertas. Tarde, demasiado tarde, siempre tarde.

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